Cuando
ya no tengo en que pensar me bajo al parque a fumar.
Ya tengo mi sitio especial
pero no cabe nadie más.
Cuando tú me
invitas a cenar, incitas a jugar.
Nunca tuve claro de que vas.
Mientes y te crees tan especial que no das marcha atrás.
Nunca tuve claro, la verdad.
Nunca tuve claro de que vas.
Mientes y te crees tan especial que no das marcha atrás.
Nunca tuve claro, la verdad.
Noches convertidas en azar, un dulce juego al que apostar.
Yo encontré las
horas que gastar mientras que todo ardía sin más, sin motivos, desde dentro
No hay comentarios:
Publicar un comentario